PARROQUIA SANTA MARÍA DE LA ESTRELLA
Declarada Bien de Interés Cultural (B.I.C.) / Coria del Río (Sevilla)



Apostolado de la Oración

¿Conoces el APOSTOLADO DE LA ORACIÓN?

 

La espiritualidad del Apostolado de la Oración contiene cinco puntos básicos:

1.   El sacrificio de la misa y la ofrenda diaria: en la Eucaristía Cristo se ofrece, se entrega para la redención del mundo. Nosotros nos unimos cada día a este sacrificio del altar, realizando el ofrecimiento de obras cada mañana. Con este ofrecimiento toda nuestra vida, todo lo que hacemos o sufrimos por amor y en el amor de Cristo, tiene valor para la redención del mundo.

2.   La espiritualidad del Corazón de Cristo: es clave dentro del Apostolado de la Oración. Expresa la unión de corazón a corazón con Cristo vivo. Expresa la amistad con Jesús la confianza en su Amor; sabiendo que si cuidamos de Él y de sus cosas, el cuidará de nosotros y de las nuestras.

3.   Devoción tierna a la Santísima Virgen: María es modelo de mujer orante. Es la primera co- redentora con Cristo redentor. Ella puede enseñarnos como vivir ofreciendo.

4.   Sentir con la Iglesia: unos de los fines del Apostolado de la Oración es orar y ofrecer por las intenciones del Santo Padre y del Obispo diocesano. Es muy importante ser Iglesia y sentirse parte de ella.

5.   Asiduidad en la oración: es de vital importancia no reducir el Apostolado de la Oración a un conjunto de prácticas, o solo a un tiempo concreto de oración, sino ser personas orantes. Porque el mundo y la Iglesia necesitan corazones que oren con frecuencia, que hagan de su vida oración.


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OFRECIMIENTO DE OBRAS DEL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN

Ven Espíritu Santo, inflama nuestros corazones en las ansias redentoras del Corazón de Cristo.

Para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él por la Redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo,

por el Corazón Inmaculado de María,

me consagro a tu corazón,

y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar,

con mi oración y mi trabajo,

sufrimientos y alegrías de hoy,

en reparación por nuestros pecados

y para que venga a nosotros tu reino.

Te pido en especial:

Por el Papa y sus intenciones

por nuestros obispo y sus intenciones

por nuestro párroco y sus intenciones.

Os lo ofrezco todo en especial por las intenciones del Apostolado de la Oración en este mes.



Ser Adorador Eucarístico


La santidad y la grandeza de Dios tienen algo abrumador para el hombre, pues el alma conmovida no puede hacer otra cosa más que alabarlo, y el cuerpo respondiendo a su espíritu se arrodilla admitiendo su pequeñez ante semejante magnificencia. Adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento es admitir que nos encontramos ante Dios, Señor y Creador de todas las cosas. Incluso reconocemos que el pan que se encuentra ante nosotros es la Eucaristía. En las palabras de San Francisco “El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote”.

 

“Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos, es el Reino de Dios” (Mt. 19, 14). “Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en Él. Y abrazaba a los niños, y los bendecía imponiendo las manos sobre ellos.” (Mc. 10, 15-16). Sólo los humildes escuchan su voz, así Jesús, nos explica la importancia de ser pequeños de alma y corazón. Ser adorador, es ser un niño que habiendo caído llama a su Padre para que le consuele por la herida.

 

Adorar a Dios en el único templo agradable a sus dulces ojos, el Cuerpo Resucitado de su Hijo, no tiene precio. Desde que uno entra a la capilla un ambiente de paz eclipsa todo sentimiento del mundo, las penas y el cansancio adquieren un sabor diferente. Un vínculo silencioso une a los hermanos presentes, como las cuentas unidas del rosario así la Virgen nos ha unido, por un propósito que va más allá de nuestra comprensión. Ante su Hijo la carga de nuestra cruz no pesa más que un lirio, que enternecedor es sentir es Su Amor.


Dios derrama gracias sobre todo el mundo hasta el fin de los tiempos y continuarán por siempre. Esto se debe al aprecio que siente por aquellos que aman a su Hijo en el Santísimo Sacramento. Dios Padre pasará toda la Eternidad agradeciéndote y amándote en el cielo, porque tú has honrado a su Hijo en la Eucaristía.

 

La adoración perpetua es Jesús que dice a su pueblo: “Mí casa es tu casa”. Es una puerta siempre abierta, un signo de los brazos abiertos de Cristo siempre invitando, dando la bienvenida y abrazando a cada uno de los que se acercan a Él exponiendo la luz del Amor Divino en la custodia.

 

Cuando eres adorador puedes, con el tiempo, ser testigos de los cambios que nos ocurren, algunos de estos son:

  *Desarrollarás un sentido de asombro y maravilla: Cuando más te hundes en el silencio frente a Él, más te darás cuenta de que la única respuesta es la admiración y el asombro ante la grandeza de Dios y todo lo que es de Él.

  *Experimentarás la paz en otras áreas: La paz de la capilla, comienza a afectar otras áreas de nuestra vida. No significa que todo será perfecto, pero la paz de Cristo nos acompañará durante las tormentas.

  *Comenzarás a mirar fuera de ti mismo: Te abrirá los ojos para poder mirar más allá de tus propias preocupaciones y ver las necesidades de los demás.

  *Algunas veces será aburrido pero…: Nuestra fe es mucho más que sentimientos, el esfuerzo y la disciplina también importan. Con tu perseverancia Dios seguirá trabajando en ti.

  *A pesar de que te cueste, estarás entusiasmado de ir: Descubrimos que nos ama y que quiere pasar tiempo con nosotros. Si alguna vez se sintió como un deber, luego se convertirá en un acto de amor, en una necesidad.

  *La gracia entrará en tu vida: Podemos continuar llevando su presencia mucho después de haber salido de la capilla, su gracia es la que ahora nos sostiene.

  *Te darás cuenta de lo afortunado que eres: Si con solo caminar, andar en bici o subirte al auto es suficiente para llegar a la iglesia, entonces tienes mucha suerte. Hay quienes les encantaría pero por enfermedad, trabajo o persecución, por su fe, no pueden acercarse. Sabrás que es un regalo poder orar abiertamente.

  *Querrás confesarte más seguido: La confesión nos permite experimentar su océano infinito de misericordia. Abraza todos nuestros pecados y nos da una libertad sin miedo que nos permite dar un salto al amor y la bondad.

  *Te enamorarás: Cuando pasamos mucho tiempo con el corazón abierto en adoración y dejamos que Cristo nos ame, entonces lo amaremos también. Ese amor nos define y nos permite ser nosotros mismos: “Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia” (Jn. 10, 10).

 

El amor de Dios sólo puede transformarnos en perfección santa, no tengan miedo vengan al Padre que Cristo abrió la puerta de Su Casa y estamos todos invitados al banquete del Señor. Y recuerden, como dijo una vez San Agustín “Nos hiciste Señor para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que encuentre descanso en tus brazos”.

APOSTOLADO DE LA ORACIÓN

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

¿Conoces el APOSTOLADO DE LA ORACIÓN?

La espiritualidad del Apostolado de la Oración contiene cinco puntos básicos:

1. El sacrificio de la misa y la ofrenda diaria: en la Eucaristía Cristo se ofrece, se entrega para la redención del mundo. Nosotros nos unimos cada día a este sacrificio del altar, realizando el ofrecimiento de obras cada mañana. Con este ofrecimiento toda nuestra vida, todo lo que hacemos o sufrimos por amor y en el amor de Cristo, tiene valor para la redención del mundo.


2. La espiritualidad del Corazón de Cristo: es clave dentro del Apostolado de la Oración. Expresa la unión de corazón a corazón con Cristo vivo. Expresa la amistad con Jesús la confianza en su Amor; sabiendo que, si cuidamos de Él y de sus cosas, el cuidará de nosotros y de las nuestras.


3. Devoción tierna a la Santísima Virgen: María es modelo de mujer orante. Es la primera corredentora con Cristo redentor. Ella puede enseñarnos como vivir ofreciendo.


4. Sentir con la Iglesia: unos de los fines es orar y ofrecer por las intenciones del Santo Padre y del Obispo diocesano. Es muy importante ser Iglesia y sentirse parte de ella.


5. Asiduidad en la oración: es de vital importancia no reducir el Apostolado de la Oración a un conjunto de prácticas, o solo a un tiempo concreto de oración, sino ser personas orantes. Porque el mundo y la Iglesia necesitan corazones que oren con frecuencia, que hagan de su vida oración.


CALENDARIO DE CELEBRACIONES


4 de octubre, viernes a las 18:30 Exposición del Santísimo y las 20:00 h misa en el Sagrario.

1 de noviembre, viernes a las 18:00 h Exposición del Santísimo y a las 19:00 h misa en el Sagrario

20-21-22 de noviembre triduo Cristo Rey, Exposición del Santísimo a las 18:30 y misa a las 20:00 h en el Sagrario. 24 de noviembre, domingo función solemne en el Altar Mayor.

6 de diciembre viernes, a las 18:30 Exposición del Santísimo y a las 20:00 h misa en el Sagrario.

3 de enero Exposición del Santísimo a las 18:30 y misa a las 20:00 h en el Sagrario.

7 de febrero viernes, Exposición del Santísimo a las 18:30 y misa a las 20:00 h en el Sagrario.

7 de marzo vienes, Exposición del Santísimo a las 18:00 y misa a las 19:00 h en el Sagrario.

4 de abril viernes, Exposición del Santísimo a las 18:30 y misa a las 20:00 h en el Sagrario.

2 de mayo viernes, Exposición del Santísimo a las 19:30 y misa a las 21:00 h en el Sagrario.

6 de junio a las 19:30 Exposición del Santísimo y misa a las 21:00 h en el Sagrario.

23-24-25-26-27 Quinario Corazón de Jesús. Exposición del Santísimo a las 19:30 h y Santa Misa en el Altar Mayor a las 21:00 h.

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